- Cuando compramos pasamos a un distinto estado de conciencia, del modo alfa donde estamos conscientes al modo veta un estado subconsciente.
- Las pupilas se dilatan y el ritmo de parpadeo aumenta cuando un objeto llama nuestra atención, además realizamos tres cosas, primero se reconoce la forma del artículo, luego se determina el color y finalmente se examina el área que rodea el objeto.
- Cuando se trata de hacerle publicidad a un producto, es más sugestivo usar a un personaje público, pues quedará grabado en las mentes de las personas y se asociará con el bienestar que demuestra, por lo tanto compraremos ese artículo para tratar de sentirnos igual a ese sujeto.
- Se ha demostrado que cuando vemos la palabra oferta o descuento se activa el área de recompensa en el cerebro, así siempre que percibimos estas frases creemos que obtendremos el mejor producto del mercado y por tan solo unos cuantos pesos.
Estos sólo son algunos efectos que causa la publicidad en nuestra vida diaria, sin embargo existen puntos de vista divergentes de esta nueva ciencia, mientras el ramo empresarial argumenta que con el neuromarketing se hacen productos que realmente satisfacen las necesidades de las personas, existen otros que están en contra y encuentran desventajas en esta disciplina, pues afirman que el neuromarketing no tiene otro fin que manipular a los consumidores, para inducirlos a comprar productos que las empresas venden sin importar la calidad o el precio. Definitivamente la próxima vez que visitemos un centro comercial valdría la pena analizar lo que compramos y la forma en que lo hacemos.
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