2010 Un año de Aumentos

Opinión

El pasado mes de noviembre fueron aprobadas en ambas Cámaras del Poder Legislativo, una serie de impuestos que forman parte del Paquete Fiscal para el 2010. La propuesta inicial fue adjudicada al Ejecutivo Federal, y evidentemente fue apoyada por la bancada de Acción Nacional. Los otros partidos se resistieron al principio, pero terminaron avalando los incrementos, eso si, con algunas variaciones.

Aunque Diputados y Senadores Federales rechazaban el alza, a final de cuentas desistieron y aprobaron impuestos que en opinión de autoridades capitalinas no mejorarán la crisis que ya vivimos. Luis González Placencia Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal coincidió con el Secretario de Gobierno capitalino, José Ángel Ávila en discrepar con los gravámenes.

Aunque los legisladores de oposición se siguen mostrado inconformes a la decisión ya tomada, alegan que se trató de una acción ante la situación de emergencia.

Una de las justificaciones de Felipe Calderón fue que se requiere tomar acciones para con las empresas evasoras, quienes se aprovechan de las lagunas en la Ley para no pagar impuestos, aún cuando tengan ingresos millonarios. Sin embargo los impuestos impactarán en mayor medida al consumidor final, a los compradores, a las familias mexicanas. Por ello es necesario estar preparados para los aumentos, entre los que notaremos inmediatamente el próximo año están:

• Televisión por cable
• Telefonía móvil y fija
• Depósitos en efectivo en bancos
• Juegos y sorteos
• Bebidas alcohólicas
• Y casi cualquier producto de comercio

Con estas decisiones en vez de incentivar al comercio se estancará el mercado y mejor olvidémonos de la inflación. Como ciudadanos las cuestiones que reprochamos son: ¿por qué no se diseñaron otras estrategias? ¿Por qué el ciudadano tiene que pagar la crisis de todo un país? Pero sobre todo ¿por qué mejor no se reducen los altos pagos de los funcionarios?

Ya no hay marcha atrás a los aumentos, así que sólo podemos estar preparados y contemplar además los gastos de diciembre para evitar la cuesta de enero.